Según algunos estudios, las sanidad pública en nuestro país es de las que mejor funcionan en el mundo.
Sin embargo, convendría que los ciudadanos fuéramos más exigentes. Deberíamos, por ley, tener la posibilidad de conocer el currículum de los profesionales sanitarios que nos van a atender y el grado de satisfacción de sus anteriores pacientes, antes de ponernos en sus manos. De lo contrario, la sanidad seguirá siendo lo que es actualmente: una lotería.
Luchemos por nuestros derechos. Y si no, no nos quejemos de los reultados.
1 comentario:
Muy interesante tu reflexión.
Publicar un comentario