¡Tacháaan! Acabo de recibir de (sin número) un merecidísimo premio: el “blogger del día”.
En realidad, se lo ha entregado a TODA la comunidad blogger, porque casi nada de lo que aparece aquí es realmente mío (si no pongo el origen de cada entrada es porque conozco la humildad innata de todo el que cuelga algo en la red).
Entenderéis que yo no premie a nadie en concreto, pues el resto se ofendería.
¡Bueeeeno!, voy a darle el premio a alguien: a mi “tío cura”, pero sólo porque después de tanto tiempo subiendo a su blog, es al único al que aún no le he “pedido prestado” nada.
"(sin número)", cuando quieras pásate por aquí. Tengo un “regalo sorpresa” para ti si descubres lo que es.
¡Meeeec! Error. El regalo NO era la chica. Era la escalera.
Gracias de todos modos por acordarte de mí.
En realidad, se lo ha entregado a TODA la comunidad blogger, porque casi nada de lo que aparece aquí es realmente mío (si no pongo el origen de cada entrada es porque conozco la humildad innata de todo el que cuelga algo en la red).
Entenderéis que yo no premie a nadie en concreto, pues el resto se ofendería.
¡Bueeeeno!, voy a darle el premio a alguien: a mi “tío cura”, pero sólo porque después de tanto tiempo subiendo a su blog, es al único al que aún no le he “pedido prestado” nada.
"(sin número)", cuando quieras pásate por aquí. Tengo un “regalo sorpresa” para ti si descubres lo que es.
¡Meeeec! Error. El regalo NO era la chica. Era la escalera.
Gracias de todos modos por acordarte de mí.
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